lunes, 18 de julio de 2011

TRATADO DE LIBRE COMERCIO

TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE COLOMBIA Y ESTADOS UNIDOS
Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión actual de este artículo o sección. En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto. George Bush y Nancy Pelosi se enfrentaron por el trámite del tratado ante el Congreso.
El Tratado de Libre Comercio, (TLC), entre Colombia y Estados Unidos es una propuesta para impulsar el comercio binacional, en el marco de los Tratados de libre comercio en América Latina y el Caribe. El tratado no está en funcionamiento, se encuentra aprobado por el Congreso de Colombia, pero no así por el Congreso de los Estados Unidos, donde su decisión ha sido aplazada. El tratado abarca cuestiones políticas, económicas, institucionales, laborales, ambientales, de propiedad intelectual, entre otras.
El diario El Tiempo asegura que se deben llevar a cabo serias reformas para que este tratado sea aceptado por el Congreso de Estados Unidos.1 En diciembre de 2007 las compañías más importantes de Estados Unidos (entre ellas Microsoft, Coca Cola, General Motors y Wal-Mart) enviaron cartas al Congreso de ese país pidiendo la aprobación del presente tratado.2 Su nombre oficial en español es Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Colombia, y en inglés Colombia Trade Promotion Agreement (TPA).
Desde abril de 2008 la votación para su aprobación quedó aplazada después de que el presidente George Bush enviara el tratado de manera intempestiva para su aprobación, lo que fue considerado como una presión indebida por parte del Partido Demócrata en cabeza de la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi.3
Durante la campaña presidencial del 2008 en Estados Unidos el tema del tratado salió a relucir en algunas ocasiones. El entonces candidato por el Partido Republicano de los Estados Unidos John McCain manifestó en un debate televisado su respaldo, mientras el entonces candidato por el Partido Demócrata de los Estados Unidos el Presidente Barack Obama manifestó que no le parece conveniente mientras en Colombia persistan las violaciones a los derechos humanos de los sindicalistas. Sin embargo, es factible que la opinión demócrata refleje una posición política de oposición a la iniciativa por considerarse de origen republicano, más que un sentimiento real de inconveniencia del tratado.[cita requerida] El 21 de octubre de 2008, el Asesor para Asuntos Hemisféricos de la campaña demócrata, Dan Restrepo, manifestó que Obama comprende la importancia de Colombia para Estados Unidos y que eventualmente podría reevaluar la conveniencia del tratado.



Aprobación
Protestas contra el TLC y contra Álvaro Uribe en Estados Unidos.
Debido a la política comercial del país por la cual el Gobierno Nacional se propone trabajar en la inserción de Colombia en el entorno internacional, con relaciones bilaterales que promoverán los intereses económicos y comerciales, buscando incentivar la inversión. El caso particular de Estados Unidos, el Plan Nacional de Desarrollo establece que se debe avanzar en el aprovechamiento de las preferencias unilaterales y que se harán esfuerzos dirigidos a consolidar un acuerdo de libre comercio con dicho país, por lo cual no es extraño el curso que el tratado tomo en el congreso.[1] En un inicio el tratado fue aprobado en el Congreso colombiano con la negativa de las bancadas de la oposición de la izquierda y centro izquierda, en los partidos del Polo Democrático Alternativo y Partido Liberal Colombiano, pero más tarde el principal opositor de este proyecto sería el Congreso de Estados Unidos que no lo aprobó después de que el Partido Demócrata alcanzara las mayorías en el congreso de ese país y cambiaran las posturas frente a las políticas del gobierno Bush. A pesar de las negativas y del deterioro de las relaciones entre el Gobierno de Colombia y el congreso de Estados Unidos, el entonces presidente no cesó en su empeño por la aprobación del TLC. A esto se suma la presión que sobre los demócratas ejercen los sindicatos estadounidenses que no ven con buenos ojos los TLC.
Historial: El 27 de febrero de 2006 se finiquitó este Tratado entre Colombia y Estados Unidos, después de 21 meses, 15 rondas y 100 reuniones entre las partes.5 De parte de ambos gobiernos el tratado ya fue aprobado; su aprobación definitiva para entrar en vigor dependerá de los Congresos de ambos países. Al final del mes de agosto de 2006 el presidente George W. Bush entregó al Congreso de los Estados Unidos el texto final del acuerdo, para su discusión y aprobación. Falta la aprobación por parte del Congreso de Colombia. La demora en la aprobación definitiva del TLC Colombia-USA, por parte de los congresos de ambos países, ha puesto en aprietos a los exportadores que disfrutan de los beneficios arancelarios de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erradicación de Drogas (ATPDEA).
El Senado de Colombia aprobó el 14 de junio de 2007 el TLC con Estados Unidos: "55 de los 102 senadores votaron a favor en una apresurada maniobra (en la Cámara de Representantes habían votado a favor 85 de sus 164 integrantes). Los senadores del Polo Democrático Alternativo y del Partido Liberal se retiraron de la sesión, quedando solamente 58. Sin atender ninguno de los fundamentados reparos formulados, la mayoría uribista dio un pupitrazo."
Efectos positivos
Los partidarios del Tratado consideran que tiene los siguientes efectos favorables:
Un acceso sin aranceles a los Estados Unidos para casi el 100 por ciento de la oferta industrial colombiana exportable, lo cual debe no solo mantener el empleo actual en el sector sino generar nuevas plazas.
La generación de estabilidad jurídica para los inversionistas y el posicionamiento como una plataforma de entrada a los EEUU para los empresarios de terceros países (lo cual se debe traducir en mayor inversión nacional y extranjera en la nación, aunque en un monto difícil de cuantificar con exactitud).[3]
El aporte de algunos puntos porcentuales al crecimiento económico: la cifra de este aporte también permanece sin consenso.
El crecimiento del volumen de comercio internacional del país, tanto en exportaciones como en importaciones.
La mejora de la percepción internacional que se tiene de Colombia en el exterior lo cual debe "reducir en algo el riesgo país y el costo de endeudarse en el exterior".
El acceso (en una proporción difícil de precisar) de las empresas colombianas a las compras del sector público estadounidense.
El fortalecimiento de los controles a la biopiratería, lo cual debe mejorar la protección de la biodiversidad colombiana y demás conocimientos tradicionales.
El acceso a capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología, en unos cuantos ámbitos, en el marco de los proyectos de cooperación internacional pactados en el TLC (esto debe hacer a las empresas beneficiadas más competitivas y productivas).
El facilitar (en alguna medida) el acceso de algunos de profesionales colombianos a los Estados Unidos con el fin de prestar servicios.
Además, aún se tendría tiempo de inclinar aún más la balanza al favor de Colombia alcanzando objetivos como la homologación de títulos colombianos en los Estados Unidos, el pactar normas de origen aún más flexibles para exportadores colombianos, el ampliar el monto total del fondo de capital de riesgo que se va a crear, y (tal vez la más importante de todas) la creación de un comité bilateral permanente con carácter decisorio que brindaría un acceso real a exportaciones colombianas agrícolas, de forma que Colombia podría explotar intensivamente sus ventajas comparativas –los recursos naturales - y crear ventajas competitivas sostenibles en el tiempo, que irriguen empleo y riqueza en toda la nación colombiana.
Efectos negativos
Los que están en contra del TLC argumentan en general que en el balance neto Colombia seguiría obteniendo una mínima ganancia, muy lejos de la que se esperaba al iniciar este proceso.[10] Críticas generales
'Distribución desigual de ventajas del TLCc: El gobierno asumió oficialmente que hay ganadores y afectados cuando este tratado entraría en vigor. Diferentes sindicatos han expresado su rechazo a ese acuerdo al considerarlo perjudicial para la economía nacional, principalmente en los aspectos agrícolas y de propiedad intelectual.8 Sectores perjudicados son el arroz, el trigo, el maíz, el azúcar, la avicultura, la ganadería vacuna y la porcicultura. Van a resultar afectados, no porque desaparezcan, sino porque ahora van a tener que ganar menos, trabajar más y competir más. En todo caso, habrá unos cambios estructurales muy grandes si el TLC entrara en vigor. Los sectores más tocados por estos cambios serán: el sector agropecuario, el sector de la salud pública (se afecta el acceso a la salud por el acápite del mismo en el que los monopolios farmacéuticos norteamericanos “lograron subir los estándares de protección de su sector, por encima de los parámetros de la OMC...Eso se reflejará en menor competencia, mayor monopolio y, por ende, el incremento de los precios al consumidor”9 ), el sector industrial (por la entrada de productos remanufacturados que competirían con los productores nacionales a muy bajos costos).
Falta de consulta popular (que sería importante en un asunto tan importante). Los disputos alrededor del TLC son incrementados por la ausencia de una consulta popular al respecto. Hasta ahora, diferentes gremios, sindicatos y ciudadanos comunes han expresado su rechazo a ese acuerdo al considerarlo perjudicial para la economía nacional, principalmente en los aspectos agrícolas y de propiedad intelectual.8 Otros sectores económicos resultan claramente beneficiados, como las confecciones, las flores, los plásticos y los artículos de cuero. Frente a estas amplias divergencias, una consulta popular podría ser útil.
Falta de evidencia empírica de la utilidad de tratados similares: De seis países que firmaron recientemente tratados similares (Israel, Canadá y México, Australia, Chile, Singapur y CAFTA-RD), en tres de ellos aumentó la participación en las importaciones desde los EEUU, en uno más el efecto fue neutro y en dos más se ha reducido la participación en las mismas. Es evidente de que la "competitividad" de países como los del Sudeste Asiático se sustenta en los salarios bajos de sus trabajadores.
La posibilidad de comprar varios tipos de seguros a compañías norteamericanas se podría convertir en un problema para las instituciones financieras y compañías del sector y en un factor de inestabilidad para Colombia.
Por el lado de los ingresos tributarios aún no se tiene claridad sobre lo que podría suceder. (El Departamento Nacional de Planeación de Colombia estima que con la disminución de los aranceles el fisco nacional tendría una perdida de 600 millones de dólares lo cual parecería a todas luces negativo dada la actual situación de déficit fiscal colombiano, pero otras instituciones estiman que lo que se perdería por concepto arancelario se recuperaría vía IVA e impuesto de renta –sin necesidad de aumentar la tasa impositiva - como producto de un mayor dinamismo en la economía, un creciente intercambio comercial y unas mayores tasas de crecimiento.[12]
Hundimiento del mercado colombiano y la imposibilidad de competencia en el mercado estadounidense: las diversas diferencias entre las Fronteras de posibilidades de producción de los dos paises vaticina el inundamiento y del mercado colombiano por diversos productos estadounidenses que competirían de manera desigual y tendrían una ventaja ya que no estarían sujetos ni a aranceles ni a impuestos y tendrían a su favor la tecnología en la producción que esta a su vez afectaría (y afecta) de manera positiva su modelos de producción en masa que daría como resultado un producto menos costoso lo que los abarataría respecto a los productos locales como consecuencia, la economía colombiana se hundiría ya que ningún productor local sería un competidor ara estos productos menos costosos. los productos colombianos no serían rivales en el mercado estadounidense por su alto coste de producción y transporte, además, la tecnología y el modo de producción es devastadoramente desigual siendo la economía y sus productos colombianos los perjudicados. En términos de competencia la balanza desfavorecería a Colombia.
Críticas capítulo por capítulo
Relativo al capítulo 18 sobre el medio ambiente: Se argumenta que, a pesar de las palabras en este capítulo, con "el TLC queda despejado el camino para que las transnacionales sigan trasladando a Colombia sus industrias contaminantes."10
Ley de ayuda para afectados
Como habría afectados, el gobierno buscaría soluciones para ellos. Una ayuda financiera estatal está de hecho prevista; ella debería estar orientada a reconvertir las actividades productivas de esas personas y empresas a nuevas actividades en las que sí haya -o pueda desarrollarse una ventaja comparativa. Además, la fuente principal de los dineros dirigidos a la reconversión de los afectados debe ser el beneficio marginal de quienes ganen con el TLC.11
Reflexiones sobre esta ley: De hecho, el Gobierno se comprometió a apoyar a los productores agropecuarios que se vean afectados por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Ofrecen respaldos a productores de maíz, algodón y trigo. Durante el Congreso Cafetero también plantean ayudas a otras actividades distintas a las agropecuarias. Esa ayuda podría extenderse a productos diferentes a los del agro, y quedaría plasmada en una ley. Las ayudas no necesariamente serán en recursos monetarios. Uribe y el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, asumieron el compromiso público de brindarles protección a productos como el algodón, el maíz y el trigo. En las negociaciones del TLC, Colombia ha pedido desmontar los subsidios a las exportaciones agrícolas de Estados Unidos pero no las ayudas internas, que también son subsidios a la producción. El proyecto, que contendrá los apoyos internos, sería presentado al Congreso de la República simultáneamente con el texto del TLC. Los apoyos pueden ser un precio mínimo de garantía, como el prometido para el algodón; compromiso de compra de cosecha interna, como el firmado por la industria molinera del trigo y el que se discute para el maíz amarillo, o por transferencia de tecnología.

ACTIVIDAD N° 1

1) ¿Qué es el TL C?
2) ¿Por qué es importante el T L C?
3) ¿A quién beneficia?
4) ¿A quién perjudica?
5) ¿Quiénes se encargan de aprobar los Tratados de Libre Comercio en los países?
6) averiguar qué aspectos abarca un Tratado de Libre Comercio
7) ¿Qué partidos políticos existen en Estados Unidos?
8) ¿Cuáles son los afectos positivos y negativos de los Tratados de Libre Comercio?
9) ¿A qué se le denomina comercio binacional?

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